Una imagen vale mas que mil palabras. Imagine un marco, el marco de un cuadro, como los que muchas veces vemos colgados en los muros de las casas, en la galerías de arte o en los museos. Algunos son más bonitos que otros pero son solo accesorios para dar más valor al cuadro, una pintera en lienzo u otra obra de arte. Sería muy extraño ver un muro lleno de marcos sin cuadros ya que lo que está enmarcado es lo que le da la razón de existir al marco. Muchos versículos de las Santas Escrituras nos presentan el marco; pensamos a 1 Tim. caputilos 2 y 3 a Tito 2:1-10. Esos son muy importante pero debe estar entendidos en el espíritu de lo que encuadran; el misterio de la piedad; Dios manifestado en carne — nuestro Señor Jesus Cristo, del cual la imagen, la reflexión la verdad debe estar bien encuadrado. Debemos recordar que es El que debe ser preeminente, el Cristo mismo y non el marco. Así, todo sera en su proprio sitio et nos guardará de un espíritu legalista o sectaria a menudo manchado de un poco de farisaismo, colando el mosquito y tragando el camello. La forma de la piedad es bueno, necesitamos mantener eso pero ese piedad debe también manifestar la poder de su realidad et ese puede solo echar cuando reflectamos El Quien es la perfecta expression de eso en amor, en gracia y verdad , nuestro bien amado Señor Jesus (2 Cor. 3:18). Un lienzo tan bellísimo requiere un marco de primera cualidad.
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Ultima actulización 2014/09/24