De acuerdo a Santiago 1:27, el puro e incontaminado servicio religioso requiere obediencia a dos exhortaciones. El que va directamente a buscar las necesidades del mundo debe observar que no venga a ser contaminado por la debilidad y la corrupción del mundo. Podemos ver la perfección de este servicio en la vida de el Señor Jesucristo: su perfecta santidad le hizo a Él un perfecto extranjero en un mundo corrupto, mientras su gracia le hizo a Él un perfecto servidor en un aflijido y miserable mundo. Mientras se obligó a una soledad moral cruzando por la escena del pecado, Él fue movido a la actividad del amor por la miseria y necesidad de aquellos que fueron Su causa.
NOTA: Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se especifique de cual otra versión fueron tomadas. Todo material sin firmar está inspirado por Ec. 12:11. Mándanos toda correspondencia, comentarios y sugerencias a: sembradorescotidianos@tlb.sympatico.ca
Ultima actulización 2008/11/15