La fe es una divina planta que crece bajo la luz de una voluntad rendida. No seremos utilizados por Dios hasta que nuestra voluntad esté «rota». No podemos esperar una respuesta de Dios si nuestra voluntad no se ha rendido a Él (Lucas 22:42, Efesios 5:17). Rendir la voluntad propia del cristiano significa abrir su inteligencia espiritual (Romanos 12:1-2). La sumisión a la voluntad de Dios nos hace crecer en santidad (1 Tes. 4:3). Si nosotros estamos en el camino de la voluntad de Dios, también estamos en el camino de su poder (1 Juan 2:17).
NOTA: Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la versión Reina Valera 1960, a menos que se especifique de cual otra versión fueron tomadas. Todo material sin firmar está inspirado por Ec. 12:11. Mándanos toda correspondencia, comentarios y sugerencias a: sembradorescotidianos@tlb.sympatico.ca
Ultima actulización 2007/04/24